BANDAS MUSICALES
Bandas musicales para bodas se imponen con la tecnología y la interacción con el público 

El negocio del entretenimiento musical en ciudades metrópolis del país ha empezado a marcar una nueva tendencia en las fiestas de matrimonios. Basta con ver los videos que circulan por redes con bandas musicales desarrollando una performance cargada de luces, humo y pantallas LED mostrando animaciones acordes al ritmo de una canción. 

Las agrupaciones del pasado

La anterior imagen se aleja bastante de lo que ofrecían las orquestas convencionales de las décadas del 80 y 90, cuando los músicos planteaban un esquema solemne que iniciaba con el vals para los novios. Antes de la medianoche el DJ sugería las primeras notas movidas, pero la apertura del bufet alejaba a los invitados de la pista. Un momento aprovechado para interpretar boleros y baladas, hasta dar el giro de 360° para sonar la música tropical y encender el baile. Grupos como DeLuxe, Canela, Kaoba, Marfil, los de Gustavo Maruri y Omar Montalvo estuvieron en el top de las más contratadas. Una parte por su calidad musical y de sonido, otra por la imagen y el respeto al protocolo del evento. El empoderamiento de los DJ   en estas recepciones, por ofrecer un servicio más económico, dio paso a la desaparición de la mayoría de las bandas señaladas. 

Nuevo concepto de animación 
A partir del año 2000, La Guayaquil City Band, dirigida por Roberto Bolaños Jr. y su hermano Ricardo, fue una de las primeras agrupaciones que se atrevió a romper la solemnidad del pasado para iniciar una tendencia que se basó en destacar las destrezas de los instrumentistas y la voz del cantante con un toque de interpretación dramática. Así lo asegura Israel Maldonado, quien fundó esta banda y hoy, por su trayectoria, creó una propia a la que  bautizó  como La Chica Power Sound Machine. El cantante guayaquileño Israel Maldonado, líder de La Chica Power Sound Machine, destaca por su interpretación histriónica en fiestas matrimoniales. “En Guayaquil la tendencia se ha marcado en buscar una mejor propuesta de show. Ahora ves guitarristas pasar al frente y hacer solos, también de saxo y de trompeta, partes vocales, chicos rapeando, el baterista con tarimas de 2 o 3 niveles gigantes, con equipos de sonido sofisticados”, describe el artista sobre las nuevas propuestas del mercado local. De sus 20 años de experiencia en la actividad, Maldonado le apostó a un formato de música diversificada con la originalidad de poder mezclar el beat de un ska con un reggae para luego pasar a un merengue de Juan Luis Guerra. “Tú llegas ahora a un matrimonio y parece que va a tocar Daddy Yankee porque tienen 24 luces robóticas, máquinas de humo y eso es algo que hace al mercado de Guayaquil muy particular porque en ningún otro lugar se ve esto”, argumenta el cantante y añade que las agrupaciones de esta ciudad la han hecho pionera de esta tendencia. Al igual que otras, la performance se desarrolla durante 3 o 4 sets de 45 minutos, intercalada con un DJ para el descanso. Con un promedio de 10 a 15 presentaciones mensuales. La Chica Power está integrada por 12 músicos, con 4 cantantes, entre los que se encuentran su esposa Andrea Lima; también hay percusión, bajo, guitarra, teclados, 2 trompetas y un trombón. “Es una banda que tiene una identidad arriesgada y busca siempre agarrarte por sorpresa, con popurrís poco convencionales”, asegura el cantautor líder de El Trío Fulminante. 
La interacción se impone 
La Pachanga es otra de las agrupaciones que se ha hecho eco en lo que a entretenimiento matrimonial se refiere. La Pachanga, fundada por su director Juan Carlos Vergara, sorprende por las destrezas de los instrumentistas y la inconfundible voz de Nicole Rubira. Su director y productor, Juan Carlos Vergara, la fundó hace aproximadamente 5 años, después de su animar su propio matrimonio donde junto con sus colegas entretuvo a los invitados al punto de crear una ‘farra musical’ que le dio la pauta para dedicarse a esta actividad que, asegura, sí rinde frutos. “En estos días ha surgido un sinnúmero de bandas de todo tipo y precio, pero lo que sí te puedo decir es que el tipo de animación de los cantantes y la joda que armamos nos permite interactuar hartísimo con los invitados”, explica el músico. Su agrupación cuenta con la intervención vocal de la reconocida Nicole Rubira, quien le otorga una versatilidad al repertorio a la hora de cantar lo que quieran los novios. “En este tipo de grupos tienes que estar preparado para tocar desde Britney Spears hasta Gerardo Morán”, señala Vergara. Comenta que la dinámica que llevan a escena se asienta en las herramientas tecnológicas que les permiten a los instrumentistas protagonizar cada set: “Con el guitarrista y el bajista tenemos sistemas inalámbricos para bajarnos de la tarima y fregar en la pista con la gente”. En cuanto a las peticiones de los novios, manifiesta que la agrupación es flexible a las preferencias, además de que no se le ha hecho difícil pasar de un Bob Marley a un Led Zeppelin o a los temas de The Beatles, ya que Vergara ha producido tributos en teatros a nivel público. “Hacemos igual que otras bandas que ofrecen de 3 sets alternando con DJ, aunque nosotros hemos tenido eventos en los que hemos llegado a tocar 7 sets, casi que con la ambulancia afuera, literal”, recuerda entre risas. 
Voces versátiles es lo idóneo 
Marvila Ortega, vocalista de la banda de Roberto Bolaños y La City Band, tiene 8 años establecida en esta agrupación. Roberto Bolaños y La City Band fueron pioneros en ofrecer un espectáculo que brilla por las voces de Martín Guerrero, Marvila Ortega y Elián Zambrano. Dice que para lograr la aceptación del público es necesario cantar de todo: “No puedes ser una artista que solo canta salsa o música tropical, debes ser versátil. Esto ha sido un desafío para mí”. Ortega, quien también es esposa del reconocido Martín Guerrero, jurado de Ecuador Tiene Talento 6, comparte escenario en la misma banda. Sugiere suma atención en la imagen, para lucir bien en la vestimenta, el maquillaje y el peinado. Sin embargo, le apuesta a la energía que un artista libera en escenario para agradar a los invitados. “Parte de estar en una banda y en un escenario es ganarte a la gente y no solamente con tu talento y voz, sino con la energía con la que puedes transmitir”. 

De lo tropical al pop y rock 
La guayaquileña María José Muñoz, directora y cantante del grupo New Band, relata que las peticiones musicales no solo se asientan en lo tropical sino que pueden variar al pop. Indica que tanto los novios como sus invitados solicitan  siempre lo actual. “Las preferencias actuales son Maluma, Shakira, Fonseca, los reguetones clásicos y  las cumbias para la gente mayor, como la ‘Pollera colorá’ que nunca pasa de moda; entre los merengues siempre destacan los de Juan Luis Guerra, que no pueden faltar; uno que otro de Wilfrido Vargas, salsa colombiana con el típico ‘Cali pachanguero’. Y de los temas electrónicos no faltan los de Justin Timberlake”, asegura la joven intérprete. Irene Rosenfeld, baterista y fundadora del grupo Plash Girls Band, integrado por cuatro mujeres (batería, bajo, guitarra, voz), ofrece un paquete especial para matrimonios en su natal Quito. La banda se caracteriza por interpretar clásicos del rock ochentero, aunque incluye temas de todas las épocas. “Generalmente nos presentamos después de la cena, porque la gente no desea bailar tan rápido, con el rock se ambientan, y después continúan”.  De este modo, Rosenfeld considera que “las bodas son un buen mercado”, por el distinto público y generaciones que asisten. El repertorio puede ir del rock & roll de la década del 60, la música disco del 70, el rock clásico del 80 y también del 90, en inglés y español. En cuanto a la vestimenta, gustan mucho contrastar para dar un toque excéntrico.   Pueden salir al escenario como rockeras agresivas o si el evento es de etiqueta, visten de gala, pero con zapatos deportivos Converse. “Es un buen look”, subraya la líder. La Break Time Band es otro grupo quiteño con una propuesta de rock y pop para matrimonios. El tecladista de este quinteto, Christian Parra, detalla que las peticiones varían. “Pueden pedir la música de ACDC; Depeche Mode, Toto, Deep Purple, porque son grupos que no pasan de moda, y además, lo consume un público de todas las edades”. Afirma que es usual que el anfitrión quiera cantar en su boda, sobre todo las románticas de la ocasión. “Ellos piden cantar temas de Camila, Sin Bandera y Elefante, esos nunca faltan”.


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